Invéntate el final de cada historia, que el amor es eterno mientras dura.

sábado, 25 de abril de 2009

no cambia la gente

La gente cambia, eso decía la abuela. Pero lo cierto es que no es verdad. Se equivocaba. O quizá lo que ella quería decir es que la gente evoluciona, para bien o para mal. Pero sé que una persona no puede cambiar. Eso lo aprendí en una clase de psicología, cuando mientras la profesora explicaba esto los dos típicos malotes de clase se reían de la típica empollona. Quién iba a decir que esos dos chavales tan educados y tan nobles que eran hacía cinco años ahora iban a reírse cruelmente y sin motivo ni justificación de alguien.

Yo también he "evolucionado", y la verdad es que no sé si para bien o para mal. Todo tiene su punto, ¿no? El punto negativo sería que me he vuelto algo más arisca (eso se lo agradeceré algún día a mamá...) y más fría. Quizá calculadora, pero no siempre. Sólo con personas que me han hecho muchísimo daño, hasta el punto de joderme la vida. Sabes a lo que me refiero, ¿verdad? También miento. ¡Dios que si miento! Tengo que mentir cada día y cada vez que me hablan de amor, porque si dijera la verdad todo lo que he construido hasta ahora con esa persona se iría a la mierda. Pero a cada hora me pregunto cuándo será el día en que tenga que dejar de mentir. Dejar de ocultar. Y sé que ese día tardará años en llegar, y a pesar de saberlo no quisiera que fuera verdad.
Bueno, me he descentrado y a lo que iba era... mi punto positivo. ¿Cuál sería? Creo que sé apreciar esos pequeños detalles de la vida y que son los que me hacen seguir adelante y motivarme a luchar, a no rendirme a pesar de las idas y venidas, de las subidas y bajadas, de las curvas, las carreteras sinuosas, los vacíos... Y no sé me ocurren más puntos positivos. Ahora es cuando me apetece hablar con la abuela y que me diga cuántas cosas buenas tengo. Pero por desgracia ya no puedo hacer eso...

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